En este día soleado la ciudad está más bonita que nunca. Esto es para todos a los que nos gusta La Coruña.

Buenos días turistólogos, coruñeses y demás lectores:

Que tal habeis pasado el fin de semana?espero que bien, yo atareada con mis trabajos para clase entre los que incluyo este blog al que empiezo a cogerle gustillo.
Hoy domingo he salido a dar un paseo con mi padre para descubrir alguno de los tesoros ocultos de la ciudad vieja, que por si no lo había dicho ya, es donde vivo.
Pues he querido compartir estos "rincones con encanto" con todos vosotros para que expreseis lo que os transmiten:
La primera imagen muestra la preocupación por la conservación de los edificios de arquitectura tradicional en la ciudad. La inexistente preocupación, claro. La imagen muestra el abandono de uno de tantos inmuebles de la zona que se han ido deteriorando a lo largo de los años sin que nadie ponga freno a la situación. A la hora de levantar una piedra de la ciudad para mejorar las instalaciones mil voces se alzan para pedir innumerables requisitos a cumplir, ¿y de esto?, no dicen nada?

Buenos días lectores:

Esta vlaro que no podemos culpar a la administración de los desastres naturales que puedan afectar a la ciudad. Fue en marzo del 2008 cuando un temporal destrozo una de las joyas turísticas de La Coruña, el paseo marítimo. La olas se comieron el muro de separación del paseo y la playa y alcanzaron la carretera poniendo en peligro a los conductores y viandantes.

La catástrofe loca, por suerte, no tubo mayores daños que los meramente materiales. El mayor daño quizás, fue a la imagen de la ciudad, no por la inseguridad de los turistas, si no por la lentitud con la que se realizaron las obras de recuperación del paseo. Día tras día, las vayas metálicas interumpían a los paseantes y dañaban la vista del paisaje.

Quizás el mantenimiento del buen aspecto de la ciudad no sea una necesidad de primera, pero nosotros, como "turístólogos" que somos debemos alzar la voz ante este pasotismo.